Podría comentarnos un poco a cerca del proyecto de la carreta, ¿cómo surge la idea?
Bueno propiamente el gestor de la idea fue el señor Héctor Rodríguez, quien era el presidente de la cámara de Turismo en ese tiempo. Él vino con le idea de que alguna persona, de tamaño normal, fuese capaz de pasar por debajo la carreta, porque se decía que en Inglaterra había una silla tan inmensa que la personas podían pasar debajo de ella. Entonces al principio pensé, esto es una utopía, es casi imposible de hacer. Pero en esos días nos llevaron a una reunión donde fuimos varios dueños de talleres y artesanos, y coordinaron y expusieron la idea a ver que se lograba hacer, pero muchos dijeron que no, que acá los únicos podían saber de eso éramos nosotros o los Chaverri (Familia de artesanos, Sarchiseña), de la cual había un representante el cual dijo que sí se puede hacer pero mejor que la hagan ellos que tienen más comodidades. Entonces seguimos con la idea y yo decía que ya no estaba para esas cosas de trabajar con maderas pesadas, pero mi hijo me dijo: “Papi hagámosla” y yo le dije ¿usted loa hace?, y él me dijo bueno si usted me ayuda si. Fue entonces que decidimos a dar inicio con el proyecto.
¿Cuánto tiempo hubo desde el momento en que se inicio la idea hasta el momento en que se inicio con el proyecto?
Pudo haber sido un mes tal vez.
¿Cómo fue el desarrollo de ésta creación?
Pues según los cálculos preliminares, ellos querían que las ruedas tuvieran unos 3 metros de diámetro, y yo pensaba ¿cómo hacemos eso?, ¿de qué forma?, pero al fin decidimos iniciar. Y ya trajeron la madera, para esto fueron a buscar a varios lugares de Sarchí, y consiguieron bastante madera seca y relativamente barata. Y me pensé ahora sí ¿por dónde empiezo? (risas), y digo bueno empiezo por donde empezamos toda la vida “haciendo los limones”, y lo primero que vamos a hacer es una escala, ya que se tenía la medida de las ruedas, entonces con la escala las próxima medidas serían más exactas. Calculé una rueda de unas 32 pulgadas y de 1 metro y medio el radio de ella, luego los “limones” los hicimos en piezas, o por medio de lo que uno llama “tireado”.
¿Cuánto tiempo tardaron con la hechura?
En la hechura de la carreta se tardó como 3 meses.
¿Cómo se financio el proyecto?
La Cámara de Turismo fue la encargada de eso, ellos contaban con una plata. Y también con ayuda de algunas empresas, como la Municipalidad de aquí que nos dio un poco, COPEARSA, etc., y desde luego uno acá que está poniendo una gran parte. También la Cámara de Turismo le pidió una ayuda a los Chaverri, quiénes estuvieron de acuerdo en entregar un monto de 300 000 mil colones pero con la condición de que fuese pintada por ellos, y yo no estuve de acuerdo, dije esa carreta de aquí sale pintada y caminando.
¿Cuántas personas trabajaron en la construcción de la carreta?
Ahí trabajaron como unos 4 o 5 pintores, dos carpinteros (mi hijo y otro), un tornero que aportó varias piezas de hierro, que fueron bastantes por cierto, bueno en sí como un total de 7, y mucha otra gente que llegó a dar al menos una pincelada para que quedara ahí.
¿Tienen el dato de cuánta madera se utilizó y cuánta cantidad de pintura?
Sí, allí se utilizaron como unas 4000 pulgadas de madera, aunque se trató de economizar a lo último. El pintor dijo que se utilizaron como 12 galones de pintura. Y ahorita no recuerdo muy bien pero, como todo iba atornillado, se colocaron como unos 4500 tornillos.
Desde que se inició con el plan ¿esperaban formar parte de los record guines o eso surgió en el transcurso de la creación?
Esa era la idea pero eso creo que nunca se consiguió, nunca hubo record, alguna traba se dio por ahí, por lo que no podía ser.
¿Algún dato curioso o imprevisto que se diera mientras se construía la carreta?
Bueno de eso muchos, tal vez que se gastaba la madera, se terminaba el dinero, o que ya a los pintores no se les pagaban, entonces se enojaban y no pintaban más, cosas así, pero todo se fue superando. También llegaba mucha pero mucha gente de otros pueblos porque en eso comenzó a salir por el periódico y en la televisión, y muchos ni siquiera creían que esto se estuviera haciendo, que cómo se iban a crear unas ruedas de 3 metros de diámetro y así, pero al final se logró la hacer la cerreta y fue ¡tan lindo!.
¿Qué fue lo más emotivo para usted con la realización de la carreta?
Para mi lo más emocionante fue el traslado de carreta. Muchas personas que iban para el trabajo, no fueron, se quedaron para ver cuando la llevaban. Aquí fue un espectáculo, pues era muy lindo, y para uno sobretodo, pues acordarse de los papás que fueron quiénes iniciaron con el trabajo de la carretas.
Ahora háblenos sobre usted, ¿toda su vida ha sido artesano?
Sí, desde que uno venía de la escuela tenía que venir a trabajar. La vida era muy diferente, la niñez fue en los años treinta, cuando aquella famosa depresión de los 30. Y no era que hacía grandes trabajos pero pintar era lo que más sencillo entonces eso era lo que llegaba a hacer, y ese fue el primer trabajo, pintar, pero cosa fáciles. Ya después pintaba carretas completas, los dibujos eran más sencillos. Más adelante me pasaron a la sección de carpintería.
¿Qué representa para usted la Fábrica de Carretas Eloy Alfaro?
¡Imagínese usted que puede representar!, toda una vida. Se puede contar mucho.
¿Se comentaba en el pueblo de un conflicto que tuvo en estos días?
Hasta el día de ayer se solucionaron los problemas, de que nos habían clausurado el taller por la denuncia que hizo una vecina de esas invivibles que hay en todo pueblo que no aguantan ni el ruido de una “alkaseltzer”. Pero gracias a Dios ya está arreglado.
¿Cuántos años de historia encierran esas paredes?
Como 90 años. Papá comenzó por ahí de 1920. Yo tengo documentos de que en 1928 él también compro un taller de carretas en la Hacienda La Eva (también perteneciente a Valverde Vega).
¿Qué legado cree usted que deja su padre al cantón de Valverde Vega?
Para mi el mayor legado es la creación de carretas que es uno de los símbolos nacionales. Pues durante los años han habido muchos libros que mencionan a los tantos talleres artesanos del país y la mayoría del tiempo hablan sobre este taller de Sarchí. Muchos de sus autores o autoras han venido y me han regalado el libro dedicados y firmados. Pero bueno en realidad para mí, así humildemente, o aunque no sea humildemente (risas), el único taller que fabrica una carreta completa de lado a lado sin tener que comprar nada más que los tornillos, es este taller, a diferencia de otros talleres que no hay necesidad de mencionarlos pero que se dicen llamar fabricas de carretas que están desde que se yo que tiempo y ahí le ponen cualquier fecha, nosotros les hemos vendido piezas por 30 o 40 años para que puedan crear otras por ejemplo la rueda de un eje que es más complicado de hacer, y no es que le diga que no hay gente capacitada para eso pero no tienen las facilidades o piezas que se necesitan para eso. Para uno es bueno hacerles, por tantos años, cosas como esas a otros talleres de aquí mismo de Sarchí.
