Querido amigo
Estas líneas tienen un motivo especial. Es una manera particular pero, en lo personal, linda y distinta, para agradecer, y traer nuevamente a su mente, tantos detalles que tuviste, conmigo, años atrás.
Y por ello quiero recordar, e irme a aquel tiempo cuando compartíamos tantos momentos juntos. Cuando acordábamos vernos los sábados por la noche o domingos en la tarde. Usted como siempre bromeando acerca de cualquier cosa que se le ocurriera y de las que yo me reía como loca. O también, los días que escuchando aquella música en la sala de mi casa, y que por cierto nos encantaba, imaginábamos y visualizábamos un futuro también muy unidos.
Y que, a pesar de que ése por venir no fue como realmente lo imaginamos, y que por circunstancias de la vida no fue como lo deseamos en el momento, y tomamos caminos distintos que nos llevaron a aprender tantas cosas, de otras personas y de las experiencias vividas; agradezco todo eso que hiciste por mí, por verme feliz y a gusto a su lado.
Fueron años que no olvidare nunca, y aunque los problemas no faltaron nunca, aprendí a dejarlos a un lado y rescatar lo positivo. Gracias de corazón porque siempre serás una persona que ocupara un lugar importante dentro de mi vida.
Ahora que Dios nos permite relacionarnos nuevamente y convivir más, quisiera rescatar, revivir y disfrutar tantas cosas del pasado y que nos sintamos felices por lo que suceda.
Me despido deseándote lo mejor, esperando verte pronto.
Dios te Bendiga siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario